jueves, 10 de marzo de 2011

El Papa rectifica

Curioso esto de las interpretaciones que La Iglesia Católica o mas bien en este caso Benedicto XVI hace de la “historia” de la vida de Jesucristo. A mi parecer la iglesia oficial catolica, siempre se caracterizo por poner a su favor, todo aquello que le fuese favorable a sus intereses.
Que Jesús existió como hombre nadie lo pone en duda, que resucito, eso ya es a interpretaciones, lo de hecho histórico creíble como afirma El Papa, se deberá estudiar con más profundidad.
“Los judíos no fueron los culpables de su condena a muerte” ahora no, antes si, ¿en que quedamos? ¿Eran o no judíos los que clamaban  ¡¡crucifixión para Jesús!!?
Señala que Jesús no fue un "revolucionario político" estamos de acuerdo, el que reparte pan entre los pobres no es un revolucionario, es una alma caritativa.
El Papa nos cuenta que: los judíos no fueron culpables de la muerte de Jesús "¿Cómo habría podido todo el pueblo (judío) estar presente en ese momento para pedir la muerte de Jesús?", se pregunta el papa. Es cierto, no todos los judíos estarían ahí presentes, así como no todos los españoles son católicos y ustedes hablan de la España católica. Son culpables los que lo son, y son católicos los que así se manifiestan.
Es bueno que todo se mueva y mas bueno todavía que El Papa, reorganice la Historia, la historia de la “Iglesia Catolica”  


Benedicto XVI dice que Jesús separó para siempre la religión de la política

Benedicto XVI afirma que la Resurrección de Jesús es un hecho históricamente creíble y que los judíos no fueron los culpables de su condena a muerte, en la segunda parte de su libro Jesús de Nazaret que ha salido hoy a la venta.
El Papa manifiesta Jesús, con su anuncio del Reino de Dios, "creó una separación definitiva entre la dimensión religiosa y la política, una separación que ha cambiado el mundo". Recuerda que hasta entonces esas dos dimensiones eran inseparables y que en su condena pesó no solo la preocupación política, sino "el desmedido afán egoísta de poder del grupo dominante". Señala que Jesús no fue un "revolucionario político" y que su mensaje y su comportamiento no constituyeron un peligro para el dominio romano.
Resurrección universal
El papa teólogo asegura que Jesús resucitado no es alguien que haya regresado a la vida biológica normal y después, según las leyes de la biología, deba morir de nuevo. Si la resurrección no hubiera sido mas "que el milagro de un muerto redivivo no tendría para nosotros en ultima instancia interés alguno, no tendría mas importancia que la reanimación por la pericia de los médicos de alguien clínicamente muerto".
"La resurrección de Cristo es un acontecimiento universal", dice el papa que añade que si hubiese sido inventada se hubiera insistido "en la plena corporeidad, en la posibilidad de reconocerlo inmediatamente", cuando Jesús "no ha retornado a la existencia empírica, sometida a la ley de la muerte".
En el libro, de 396 paginas y editado en siete idiomas, Benedicto XVI narra la semana de pasión de Cristo y va desde la entrada en Jerusalen hasta la resurrección. Exonera a los judíos de ser los culpables de que Jesús fuera condenado a muerte y señala que, cuando en el Evangelio de Mateo se habla de que "todo el pueblo" pidió la crucifixión de Cristo, "no se expresa un hecho histórico".
"¿Cómo habría podido todo el pueblo (judío) estar presente en ese momento para pedir la muerte de Jesús?", se pregunta el papa, quien reconoce que esa errónea interpretación ha tenido "fatales" consecuencias, en referencia a las continuas acusaciones de deicidio a los judíos durante siglos, que propició su persecución.

Nueva interpretación

El papa precisa que la "realidad" histórica aparece más correcta en los evangelios de Juan y Marcos. "Según Juan, fueron simplemente los judíos, pero esa expresión no indica para nada que se tratase del pueblo de Israel como tal y menos que tuviera un carácter racista", escribe."Juan era israelita, como Jesús y todos los suyos. En Juan esa expresión tiene un significado preciso y rigurosamente limitado, se refiere a la aristocracia del templo (de Jerusalén)", explica el papa Ratzinger.

Sobre la Última Cena, Benedicto XVI afirma que no fue una cena pascual según el ritual judío y que Cristo fue crucificado no el día de la fiesta judía, sino en la vigilia.

Arrepentimiento de Judas

Respecto a la figura de Judas, Benedicto XVI escribe que Satanás entró en él y no logró liberarse y explica que, además de la traición, su segunda tragedia fue no lograr creer en el perdón. "Su arrepentimiento se vuelve desesperación. Solo se ve a sí mismo y sus tinieblas, no ve más la luz de Jesús. Su arrepentimiento es destructivo, no verdadero", afirma el papa.

En el libro también se refiere al Reino de Dios y asegura que solo la verdad puede llevar a la liberación del ser humano y que las grandes dictaduras únicamente viven gracias a la mentira ideológica.






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